Respondi贸el centuri贸n y dijo: Se帽or, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanar谩. Porque tambi茅n yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis 贸rdenes soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Noestaba lejos de la casa, cuando el centuri贸n le envi贸 a unos amigos a decirle: 芦Se帽or, no te molestes; no soy yo qui茅n para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me cre铆 digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedar谩 sano. Porque yo tambi茅n vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis 贸rdenes, y le digo a uno
Esun episodio tan popular que, en la celebraci贸n cat贸lica de la Eucarist铆a, millones de fieles recitan una variaci贸n de sus palabras antes de la comuni贸n: 鈥淣o soy digno de que entres en mi
HermanaGlenda. LA MI FA# No soy digno de que entres tu en mi casa RE LA SIm no soy digno de que entres tu en mi casa RE MI LA MI FA# no soy digno de que entres tu u en mi casa SIm MI no soy digno de que entres tu en mi casa LA MI FA# Pero dime una palabra tuya y yo me sanar茅 RE LA SI pero dime una palabra tuya y yo me sanare RE
Se帽or no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya, bastar谩 para sanarme. Se帽or yo no soi digna q entres a mi casa pero una palabra tuya bastara para da帽arme en ti confi贸 y doi gracias a ti mi padre selestial por mi familia gracias por tener tu misericordia para mi y perdona todas mis falta amen. 7y.
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yo no soy digno de que entres en mi casa